miércoles, 22 de febrero de 2012

Héroes anónimos

   Ayer platiqué con don Juan Laurean. Lo miré tan de buen ánimo, que se me antojó preguntarle la razón. Con todo y que no inspira confianza para intercambiar palabras, le dije:
   -Don Juan, hoy lo miro feliz. ¿A qué se debe, pues?
   -Mira, Benito -me contestó-; hoy temprano, poco antes de que el sol amenazara con salir, recibí una llamada de mi hija. Llamó para anunciar que ya es R5. ¿Sabes lo que eso quiere decir?
   -No, don Juan; si me lo pregunta a mí que no sé de esos negocios, lo único que le puedo decir es que usted sigue torcido; le está metiendo dinero bueno al malo. Eso es lo que entiendo.
   Don Juan sonrió. Y es mucho decir. La naturaleza no le dio facultades para que eche carcajadas. Cuando más contento se pone, apenas se le dibuja una sonrisa.
   -No, Benito -me aclaró-. Aparte de eso de invertir, que es muy cierto, mi hija comienza otro proyecto de dos años. Imagínate; primero estudió seis años para ser médico, médico; luego hizo una especialidad de cuatro años; y ahora comienza otro periodo de dos años para estudiar quién sabe qué cosa.
   Todavía me acuerdo de su primera fiesta y se me enchina la piel. El doctor que tenía el micrófono para felicitar a los muchachos, dijo: "quiero felicitarlos muy sinceramente, porque finalmente se han instalado en el primer peldaño de esta dificil carrera. Pero no se hagan ilusiones, muchachos; no se engañen. Los felicito, no por lo que ustedes hicieron; aunque eso de quemarse las pestañas y soportar tan agobiantes jornadas de trabajo tenga mérito. Tampoco los felicito por las calificaciones obtenidas; no, muchachos. Ustedes no han dejado de ser estudiantes para los verdaderos héroes.
   "Busquen entre los invitados a esta fiesta, vean ese rostro de felicidad que seguramente han visto mortificado en otros tiempos. Yo sé que cada uno de ustedes tiene un héroe, o dos. Ese brillo que hoy tienen ellos en el rostro, la satisfacción que les inflama el pecho y esas ganas de llorar que dificilmente soportan, es lo único que ganan por el triunfo de ustedes.
   "Los felicito, muchachos, y muy sinceramente digo, por tener unos padres que nunca dijeron 'no tengo' o 'no puedo', cuando de mandarles la mesada se trató.
   "Ellos, sólo ellos, son los verdaderos héroes del sacrificio en esta fiesta. Ustedes, colegas, se han dedicado a estudiar, a sembrar para ustedes. Y mientras han pasado su corta vida estudiando, ellos han trabajado toda la vida para ustedes; han permanecido en el anonimato, bajo sus pies, para que ustedes puedan mirar un futuro prometedor a través de la ventana universitaria.
   "Mientras ustedes buscan una vida digna como profesionistas, ellos se privaron ya de muchas cosas elementales, para inyectarle a la sociedad una persona de bien".
   Ah, que doctorcito. Sabrá Dios lo que estudió para curar el alma de los padres. Todo el mundo se quedó callado.
   Repentinamente los muchachos aplaudieron, abandonaron sus lugares y también dejaron, con el alboroto, de escuchar el mensaje del orador; todo por darles en aquel momento, un abrazo a sus padres.
   -Oiga, don Juan -lo interrumpí-; se lo voy a decir con todo respeto, ¿no se le hace que sigue tirando el dinero? Yo digo, las gentes mayores aseguran que las mujeres son para que las mantenga el marido; que es a los hijos, a los que se debe dar escuela. ¿Usted no piensa igual?
   Don Juan volvió a sonreír; pero ahora comprensivo.
   -¡Qué voy a pensar igual, Benito!... Mira: la mujer preparada tiene muchas ventajas en la vida. Si le sale marido que no sirva, lo deja; si le resulta mantenido y listo, seguro la trata bien; pero si halla pareja de su mismo nivel, ¿te puedes imaginar que le vaya mal?
   -No, don Juan; no me lo imagino.
   -Acuérdate, Benito; no está lejos el tiempo de las mujeres golpeadas. Es hora de que sepan defenderse... y no sólo del marido sino de la vida.
   Yo me quedé pensando: don Juan no es de la bola; no es del montón. Eso creo. No piensa que 'la voz del pueblo es la voz de Dios'. No se lo dije, pero también quedé convencido de que, darle estudio a una hija no es mala inversión ni beneficio para otros. Todo el esfuerzo que los padres hacen, es para bien de los hijos; no importa si son hombres o mujeres. Así, cuando vuelan por el mundo, es más probable que les vaya bien.

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con su historia, las mujeres deben de ser respetadas y se les debe dar el lugar que corresponde y no minimizar su papel en la sociedad que actualmente va más allá de cuidar hijos... lo felicito por los logros de su hija y por el apoyo que le ha dado todos estos años

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  2. Me llenan de ternura sus palabras... se que todos los padres quisieran ver a sus hijas trinfando y realizadas profesionalmente... se que es un lindo padre... por que tiene un hija ejemplar... y me llena de orgullo decir que soy su amiga... tiene tanto sentmiento lo que escribe... casi puedo transportarme a donde esta mi padre.. y se que el igual que usted esta orgulloso de su hija.... y eso me llena los ojos de lagrimas... estar realizandome profesionalmente pero al mismo tiempo estar lejor de el... y necesitar un abrazo.... muchas FElicidades....

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  3. Papiii esta bien bonito!! es mi regalo de cumpleaños? gracias!!! le mando un beso y abrazo papi, lo quiero mucho!!!

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  4. Me encanto... casi puedo ver a mi padre levantandome la mano para despedirme para ir a la universidad y ahora que ya acabe Anestesiologia.... solo se que el me preparo para ser lo que ahora soy... y lo amo... aunque se que es dificil.. y con mucho esfuerzo.... me duele haber pasado tanto tiempo lejos de el..!!! Felicidades!

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