jueves, 19 de abril de 2012

Uniendo sexos

   Ya lo sé, uniendo sexos nace gente
   y al hombre le vienen dos opciones:
   se hace responsable de repente
   o se rinde al dios de las pasiones.
   Del placer y del instinto
   nace o crece la inconsciencia
   pero antes de hacer premeditado
   lo que todo animal por una especie
   ¿se puede tener un minuto razonado?
   La bestia, tantas veces denostada
   por su instinto prosaico de la vida
   es sublime si aparea en temporada
   si del celo obligado no se olvida
   frente al hombre de vana trascendencia.
   Ah, el hombre de vasta inteligencia
   que transita los espacios siderales
   que descifra el lenguaje de otros seres
   que se jacta como ente de razones
   ¡Cuánto diera por tener "intelecto" de la bestia!
   Uno va al amparo de la fama ya obsoleta
   promiscuo, irredento de placeres
   la otra, de historia ya estigmatizada,
   camina francamente bestia
   ignorando el estatus que le truecan.
   ¿Quién es hombre?, ¿quién la bestia?
   ¿Quién merece maldiciones?
   ¿Quién respeta las leyes de la especie?
   ¿Quién es quién en el instinto?
   Quién es quién en la razón?
   ¡Ya lo sé! Uniendo sexos nace gente
   o surgen seres despreciables
   más irracionales que la bestia
   en la negra historia de los hombres.
   ¡Ya lo sé!

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